Juan Ruiz de Luna, oriundo de Noez, Toledo, abandonó el negocio familiar de artesanía para seguir su verdadera pasión en Talavera de la Reina. Junto a Enrique Guijo y en solitario, se dedicó a revitalizar la tradición artística de la región. Sus decoraciones cerámicas ganaron renombre en Madrid, donde abrió una tienda en la calle Floridablanca. Desde allí, dejó su huella en varios edificios, incluyendo viviendas, una vaquería y la histórica Farmacia de la Reina Madre en la calle Mayor.
Asimismo, colaboró en la ornamentación de dos edificios diseñados por José Antonio de Agreda en la calle San Bernardo. Uno se encuentra en el número 117 y el otro está ubicado detrás del número 67. En el vestíbulo, se pueden admirar escenas quijotescas pintadas sobre cerámica, creadas por el patriarca de los Ruiz de Luna en 1926.
Bibliografía:
Perla, Antonio. «Cerámica aplicada en la arquitectura madrileña.»
