La Cerámica de Talavera en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929

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Cartelería de la época de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Con este acontecimiento Juan Ruiz de Luna, encontró la ocasión propicia para representar, al más alto nivel, la cerámica de Talavera en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en el año 1929.

La fábrica de cerámica Ruiz de Luna reunía, en aquellos años, más de 114 empleados y contaba con el entusiasmo de su gran familia, Francisco Arroyo , hijo político y sus hijos Juan, Rafael, Antonio y su nieto Juan Manuel, todos en emplearon su mejor oficio, en esta gran fiesta de la cerámica, como fue esta inolvidable Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.


En la Plaza de España, diseñada por Aníbal González, varios ceramistas se unieron en la recuperación de las antiguas lozas españolas. Los alfares de Triana embellecieron los bancos representativos de cada provincia del país, a excepción de Segovia y Toledo. Los azulejos segovianos provinieron del taller de Daniel Zuloaga, suministrados por sus hijos, Juan y Teodora.

Vista general de la plaza de España de Sevilla (Wikipedia).

El banco que representaba a la provincia de Toledo fue creado por Ruiz de Luna, al igual que las cerámicas de la Quinta de Goya, inspiradas en motivos goyescos, y las del pabellón de Castilla la Nueva, visitadas por los Reyes, Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Ellos elogiaron la obra de Ruiz de Luna, quien correspondió regalándoles una placa cerámica con la imagen de San Francisco de Asís, basada en el cuadro de Zurbarán.

Figura de San Francisco de Asís según el cuadro de Zurbarán.

Banco en cerámica de la provincia de Toledo.

El banco destinado a la representación de la provincia de Toledo en la Plaza de España, erigido para la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, se distingue por su imponente calidad cerámica. Con una altura aproximada de 2,10 metros, su diseño adopta la forma de U, adosándose a la pared. Los azulejos que lo revisten narran la épica conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, destacando un cuadro central flanqueado por pilastras «a candelieri». A ambos lados, se despliegan vistas detalladas de la Catedral de Toledo y la Colegiata de Talavera.

En la parte superior de este monumental respaldo, un entablamento ornamentado con veneras y amorcillos en el friso se alza, culminando en la cornisa que exhibe los escudos de Talavera y Toledo. De manera simétrica, los bustos de Juan de Mariana y Garcilaso de la Vega se ubican en correspondencia con sus respectivas ciudades. Dos estructuras barrocas «in antis» flanquean este conjunto, acentuando su grandiosidad.

El propio banco, enriquecido con cenefas de estilo Renacimiento y grecas vegetales, reposa sobre una plataforma cuya solería de placas de barro incorpora un detallado mapa de Toledo, aportando un toque distintivo a la composición.

Banco de la provincia de Toledo vista completa.
Banco de cerámica de la provincia de Toledo.
Imagen lateral del banco de la provincia de Toledo.
Motivo central del banco, la conquista de Toledo.
Colegial de Talavera de la Reina.
La Catedral Primada de Toledo.
Retrato del Padre Juan de Mariana.
Retrato de Garcilaso de la Vega.
Escudo de Toledo.
Escudo de España.
Escudos de alguno de los pueblos de la provincia de Toledo.
Detalle del asiento del banco cerámico.
Personajes populares situados en los bancos.
Azulejos de repetición.
Solado con mapa de la provincia de Toledo.

Las Fuentes de los delfines.

En el año 1929, los artistas llevaron a cabo la creación de una obra que sería exhibida en el Pabellón de Castilla durante la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Esta obra reprodujo la célebre  La Fuente de los Delfines anteriormente denominada de los Galápagos, obra de Ventura Rodríguez en 1772, fue una fuente de la ciudad de Madrid situada en la calle de Hortaleza esquina a la calle de Santa Brígida, ​ en el chaflán del entonces nuevo edificio de las Escuelas Pías de San Antón. ​ Vino a suplir a la llamada de las Recogidas y sufrió una remodelación hacia 1900,​ sustituyendo los galápagos por delfines, por lo que desde entonces pasaría a conocerse como fuente de los Delfines de San Antón o de Hortaleza (Wikipedia).

Rótulo de la calle en azulejo cerámico, obra del ceramista Alfredo Ruiz de Luna Gonzalez, nieto de Juan Ruiz de Luna.

En el centro de la imagen, tenemos el Pabellón de Castilla la Nueva «como se denominaba en la época» flaqueado por la fuente de los delfines. Motivo que se repitió en la Fuente de Talavera en Gijón.

Retablo de Santa Leocadia.

Sobre la base de este diseño, los artistas llevaron a cabo la creación de numerosos retablos, entre los cuales destaca el presentado en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929. Este retablo de Santa Leocadia se distingue por albergar un cuadro central que replicaba una obra de Blas de Prado, otorgándole una destacada singularidad. Posteriormente, se realizó una adaptación de la estructura, sustituyendo dicho cuadro por azulejos de reflejo metálico elaborados con óxido de cobre en atmósfera reducida.

La transformación de este retablo tuvo lugar en 1942, cuando se decide obsequiar la estructura a la Colegiata de Talavera. En este gesto, la obra de Ruiz de Luna, con sus azulejos de reflejo metálico, perdura como un testimonio artístico de gran valor que enriquece el patrimonio de la Colegiata en su capilla del Cristo del Mar, fusionando la maestría técnica con la expresividad artística en una pieza que trasciende a lo largo del tiempo.

Fotografía, del retablo y altar de Santa Leocadia, donada por la familia Ruiz de Luna de Málaga al Museo Ruiz de Luna en Talavera de la Reina – Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.

Cerámicas en la Quinta de Goya.

Estas últimas presentan temas goyescos. En el marco de la Exposición, los artistas Juan, Rafael y Juan Manuel, desempeñan un papel fundamental al crear los primeros paneles, conocidos al menos hasta la fecha, basados en los cartones del renombrado pintor Goya. Estos paneles, cuyos bocetos previos fueron elaborados por Juan, revelan un innovador enfoque que también sería retomado posteriormente en un trabajo llevado a cabo en Cuba.

No conservamos detalle de las obras que se expusieron, pero reproducimos algunos trabajos de Ruiz de Luna con motivos goyescos

A la izquierda cartel de la Exposición «La Quinta de Goya» a la derecha autorretrato de genial pintor, en soporte cerámico, realizado por Rafael Ruiz de Luna Arroyo hijo de Juan Ruiz de Luna Rojas
Platos con motivos goyescos, colección privada de Arsenio Martin del Pino.
Francisco Arroyo Santamaría, presentó en La Quinta de Goya una muestra de sus abanicos decorados con motivos cerámicos.

La obra presentada por Ruiz de Luna en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 recibió los más altos galardones de los organizadores, quienes les otorgaron la Medalla de Honor de la Exposición. Este reconocimiento significó un importante impulso para la Cerámica de Talavera y, por ende, para la marca Ruiz de Luna, elevándola definitivamente al más alto nivel de la creación cerámica en España.

Placa en cerámica, de la familia Ruiz de Luna en Málaga.

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ánfora que destaca por sus asas decoradas con serpientes enroscadas

2 comentarios

  1. Impresionante estudio, genial la idea de ir recopilando las cerámicas de Ruiz d L. En las diferentes provincias o lugares del mundo.

    1. Con gratitud, se apreciaría enormemente que esta divulgación se extendiera a otros ceramistas contemporáneos de Ruiz de Luna, Niveiro, Montemayor, Ginestal Henche, Saso, Machuca, y otros cuya labor fue fundamental para la revitalización de nuestra cerámica de Talavera.

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