En el corazón de Rosario de Santa Fe, Argentina, se encuentra un tesoro artístico que ha resistido el paso del tiempo con gracia y majestuosidad: un jarrón de cerámica de Talavera de la Reina, Toledo. Esta magnifica obra, creada por el renombrado artista Juan Ruiz de Luna, se yergue como un fiel centinela en el patio central de la Tienda La Favorita. Su historia es tan rica y fascinante como su apariencia.
Tenemos que remontarnos al año de 1919, como lo atestigua la placa que lo acompaña. En ese año, esta joya cerámica se presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920 en Madrid, junto a otras dos obras igualmente notables: el Retablo de Santiago Apóstol (1917) y un antiguo escudo real de España (1918).
El contexto de la creación de esta obra es igualmente intrigante. Después de la disolución de la Sociedad Ruiz de Luna, Guijo y Cia. en 1915, Juan Ruiz de Luna se convirtió en el único propietario del Alfar Nuestra Señora del Prado, al haber liquidado sus compromisos financieros con sus antiguos socios. Fue un momento crucial en la vida del artista y del taller, marcando una recuperación tras una crisis anterior. Bajo su liderazgo, se mejoraron las instalaciones de trabajo, y se estableció la sociedad «El Bloque» en locales facilitados por el Ayuntamiento. En estos espacios, Francisco Arroyo Santamaría, yerno de Juan, y su hijo Juan Ruiz de Luna Arroyo impartieron clases de dibujo.
Con gran ilusión y con mucho esfuerzo prepararon las obras a presentar a la exposición de 1920 obteniendo un Diploma de Honor, poco mérito a juzgar por las buenas críticas que obtuvo por parte de Manuel Machado en la Revista La Esfera, quien se expresó:
«El triunfo de la labor de Ruiz de Luna en la Exposición es evidente y clamoroso para el público que se agolpa ante su obra. También lo es para los verdaderos amantes del arte. También lo es para España, que ve restauradas las legítimas glorias de sus más bellas tradiciones artísticas.
Y sin embargo…, vamos a terminar estas líneas con una noticia estupefaciente. Parece que a última hora se ha escamoteado definitivamente a Juan Ruiz de Luna la primera medalla o diploma honorifico para que el propio Jurado de la Exposición lo había propuesto…
¡No importa!
… Pero, en verdad, ya hemos estampado las dos palabras que encierran el verdadero comentario y la expresión de lo que este hecho absurdo e inesperado puede influir en la labor fuerte, noble y grande de Ruiz de Luna. ¡No importa!».
Pero, ¿qué fue del Gran Jarrón después de la exposición? Se rumorea que Juan Ruiz de Luna lo donó al Museo Nacional de Pintura y Escultura de Madrid con el propósito de subastarlo en beneficio de las víctimas de la guerra de África, específicamente el desastre de Annual de 1921, como relata Isabel Hurley Molina en su libro «Talavera y los Ruiz de Luna» (página 62).
Aunque esta teoría tiene fundamento, durante décadas, el paradero del Gran Jarrón permaneció envuelto en misterio. No se tuvieron noticias de él hasta el año 2018, cuando Marcello Brow Cow, un destacado coleccionista de cerámica de Talavera, nos sorprendió con imágenes de este querido jarrón, que había sido avistado en Rosario de Santa Fe, Argentina.
El jarrón de cerámica ocupa un lugar de honor en el Centro Comercial Falabella, que en el pasado fue conocido como la tienda La Favorita. Esta tienda fue fundada por los hermanos Ramón y Ángel García, distinguidos empresarios asturianos que se establecieron en la ciudad en 1890. Además de su contribución al mundo del comercio, estos hermanos fueron los impulsores de notables obras en la ciudad de Rosario, como la Fuente de los Españoles en el Parque de la Independencia y la Fuente del Hospital Español, ambas realizadas en la característica cerámica de Talavera de Ruiz de Luna.
No cabe la menor duda de que estamos ante el mismo jarrón que Manuel Machado describió en la Exposición de Bellas Artes de 1920.
«No es menos admirable el jarrón, de casi dos metros de alto, también al estilo de la gran época talaverana; pero con una gracia de línea y una coloración tan exquisita como hasta hoy no se habían logrado en esta clase de obras de Talavera.
Saben los técnicos lo difícil que es lograr piezas arquitectónicas en barro esmaltado de las proporciones y con la unidad y suavidad de coloración, con la riqueza de matiz del altar presentado por Ruiz de Luna. Los técnicos y los artistas saben también hasta qué punto os único ese jarrón todo elegancia y gracia, por su tamaño, por su composición, admirable de motivos decorativos, y por su color, pintado sobre crudo bajo la cubierta estañífera. El triunfo de la labor de Ruiz de Luna en la Exposición es evidente y clamoroso para el público que se agolpa ante su obra. También lo es para los verdaderos amantes del arte. También lo es para España, que ve restauradas las legítimas glorias de sus más bellas tradiciones artísticas».
Ya en mayo de 1921, se solicita por correo al Museo Ruiz de Luna información sobre el jarrón por parte de María del Carmen García, bisnieta de Ramón García, uno de los fundadores de la Favorita y nos relata la historia de la adquisición de este por su bisabuelo Ramón:
«… Con el correr de los años, la tienda prosperó y en 1929 inauguraron el tercer edificio de la Gran Tienda La Favorita. Ese mismo año, mi bisabuelo Ramón visitó la Exposición Internacional de Barcelona. Allí ve un jarrón de Talavera de la Reina que decoraba en el lugar, es decir, que no estaba a la venta.
Como le gustó tanto, logró convencer a los responsables y pudo adquirirlo. Lo hizo traer a la Argentina y, para la inauguración del tercer edificio de la tienda, el jarrón ocupó un lugar de privilegio debajo de la escalera (ver foto de la inauguración adjunta). Poco tiempo después, el jarrón se subió al rellano de aquella y, desde entonces, oficia de centinela en el patio central de la tienda (ver foto adjunta). La Favorita fue vendida a Falabella, empresa de capitales chilenos, en 1994, pero nadie se atrevió a mover el jarrón de su lugar y aún sigue allí, en el rellano».
Con la inauguración, desaparece la imagen previa del centro de Rosario asociada a la partida de Falabella en mayo de 2021, cuando la empresa chilena liberó el local y abandonó el país. En este momento, el edificio vuelve a destacarse gracias al respaldo financiero de un grupo inversor local que invirtió con el objetivo de revitalizarlo y devolverle su antiguo esplendor.
La inauguración fue en junio de 2023, la Favorita luce nuevamente en todo su esplendor y este magnífico Jarrón de Talavera constituye un icono representativo del Centro Comercial y de la propia ciudad de Rosario.
2 comentarios
Muy buenas las dos últimas incorporaciones, muy bien trabajadas y con excelentes fotos. A destacar especialmente el extraordinario jarrón, que bien pudiera ser el mejor que se realizara en la Fábrica de Ruiz de Luna. Por añadir algo, eliminaría lo de «interior» del patio. Todos lo son.
Posdata: lo cortes no quita lo valiente.
Gracias por sus comentarios