La presencia de la cerámica Ruiz de Luna en las calles de Gijón, desde las primeras décadas del siglo XX, fue significativa, y su éxito le llevó a recibir numerosos encargos en la ciudad. Este período coincidió con un notable crecimiento y desarrollo constructivo en Gijón.
Uno de los conjuntos más destacados de la cerámica de Ruiz de Luna en la ciudad, se encuentra en los edificios promovidos por el pediatra Avelino González. En 1930, se realizó el Instituto de Puericultura conocido como la Gota de Leche, la Fuente de Talavera—instalada hoy en el Jardín Botánico Atlántico— y en 1948, el Hogar Maternal e Infantil conocido como Casa Rosada. Estos edificios contaban con elementos cerámicos decorativos de alta calidad provenientes del taller de Ruiz de Luna.
Además de estos proyectos, Ruiz de Luna también llevó a cabo otros trabajos en Gijón. Esto incluyó la creación en el 1920 de zócalos de cerámica para portales de viviendas, como el de la calle Corrida nº28, azulejería en decoración para establecimientos comerciales importantes, la fábrica de vidrio «La Industria», la farmacia Castillo, los rótulos cerámicos que señalaban las calles de la ciudad a partir de 1940 y también la enorme obra de revestimiento con azulejos en la Universidad Laboral—denominada hoy Laboral Ciudad de la Cultura—.










Esta amplia utilización de la cerámica talaverana en Gijón se relaciona con los movimientos de recuperación de los estilos arquitectónicos nacionales en España durante el primer tercio del siglo XX. Estos estilos incluyen el plateresco, el mudéjar, el herreriano y el barroco. Estos estilos arquitectónicos se revivieron en esa época desde diferentes perspectivas ideológicas y fueron particularmente promovidos durante los años de la autarquía en España.
Es importante destacar que la cerámica de Ruiz de Luna era altamente valorada por su calidad artística y su capacidad para embellecer los edificios y calles de Gijón, contribuyendo así al patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.